jueves, 28 de febrero de 2008

Sin palabras

http://www.lavozdegalicia.es/espana/2008/02/27/00031204139629854662142.htm


Cuando crees que ya lo has visto todo, cuando piensas que no se puede ser más hijo de puta, siempre aparece alguien dispuesto a superarlo. Lo de la ideología política supongo que es irrelevante, me da igual que sea de izquierdas que de derechas o del puto centro. Un ser humano como este no es digno de representar a nadie. Eso sí, espero que el castigo sea algo más que el haberle borrado de la lista.
En un capítulo de la tercera temporada de Perdidos, el Sr. Eko cuenta la historia de un niño al que había conocido. El niño tenía un perro, pero cuando éste mordió a su hermana, él cogió un hacha y lo mató sin piedad. Acudió al Sr. Eko, que era cura, para apaciguarse. No le preocupaba si lo que había hecho estaba bien o mal, sólo quería saber si, cuando muriera, el perro estaría esperándole para vengarse. No creo en el más allá, pero si existiese, y fuese un lugar justo, estoy seguro de que a este par les esperarían unos terribles arañazos (y ojalá los reciban ya en vida). Pedazo cabrones.

viernes, 22 de febrero de 2008

Poco productiva


"Está gafado" es la explicación más acientífica que existe, según mi jefa. Pero es verdad. Esta semana todo lo que toco se estropea, todos los experimentos han salido mal, desde el lunes hasta el jueves, y esperemos que el trabajo del viernes se salve, porque si no, esta habrá sido la semana menos productiva que he tenido desde que empecé a cobrar un sueldo. Cuando al llegar al fin de semana te das cuenta de que lo más interesante que has hecho es ir al corte inglés con una hoja de pedido a comprar un adaptador de puerto en serie a USB...algo va mal.


Dado que los descubrimientos científicos esta semana se me han resisitido, he tenido que desviar mi curiosidad hacia otro tipo de investigaciones. Por ejemplo, he comprobado que cuanto más jarabe tomo, más tos tengo. Creo que el farmaceutico me ha estafado. También he hecho un estudio sobre la imposibilidad que tengo de toser y caminar al mismo tiempo. Me duele tanto la espalda del esfuerzo de pasarme todo el catarro tosiendo, que apenas puedo moverme cuando me da un ataque de tos. Dicen que cuando dejas el tabaco, pasas por una fase en que parece que te encuentras peor, pero que después mejora. Vale, sí, me lo creo, pero ¿cuánto tardará en llegar esa fase? Porque si sigo así, casi que me compensa volver a fumar.


Pero no todo va a ser investigación sobre salud. El estudio titulado "El 99% de los buseros de Coruña son gilipollas" está casi listo para publicarse. Muy pocos se salvan. Cuando no conducen de forma suicida, te echan la bronca con cualquier excusa. Otro descubrimiento interesante ha sido el de verificar mi resistencia ante un programa de televisión en el que se habla de política. Los resultados son bastante pobres. Revelan una absoluta indiferencia del sujeto de estudio ante dos políticos agrediéndose verbalmente, sea cuál sea la cadena en que se emita. De hecho, he acabado desarrollando un odio compulsivo a Iñaki Gabilondo. Hay quien le llama daños colaterales del experimento. A mi me gusta llamarle imbécil al tipo en cuestión.


Total, una semana (y un entrada en el blog) muy poco productiva. Dice una frase que cuando no tienes nada que decir, lo mejor es quedarse callado. El problema es que nunca se me dió muy bien eso de guardar silencio.

viernes, 15 de febrero de 2008

No tengo ganas de ná


"Esto es un infierno", que diría mi amigo Rambo. La peor semana que he tenido en años. Justo cuando decido hacer algo que se supone que mejorará mi salud notablemente (sigo con lo de dejar de fumar, una pelea de kung-fu diaria!), voy y me pongo enferma. Pero no con un catarrillo de los que se pasan en dos días, sino por las bravas: Trancazo, con mayúscula. Llevo desde el martes con los ojos llorosos y medio cerrados, con goteras en la nariz y una tos de fumador empedernido que cualquiera diría que lo estoy dejando. Y en vez de mejorar, cada día va a peor. Tengo agujetas, y no de color de rosa precisamente, desde los pelos hasta las uñas de los pies. Cuando se me acabó la reserva de clínex, tuve que pasarme a las servilletas, y de éstas, al papel higiénico, con el cosiguiente perjuicio de mi nariz, hinchada y roja como la de un reno de papa noel. Si a todo esto le añadimos los problemas mensuales de toda mujer, más la noticia de que una de mis mejores amigas se va a vivir a Canarias por dos años.....Voilá! ya tenemos la semana infernal. Yo no creo en ellas, pero como haberlas hailas, empezaré a pensar que alguien me ha cogido tiña. Ah, y se me ha muerto el ipod (tragedia griega de las mejores). Y el lunes que viene me pasan la factura de la visa. Y en san valentín, la única persona que me llamó para decirme te quiero fué mi madre. Qué bonito. Y por supuesto, no me he cogido baja ni nada. Llevo toda la semana currando como la que más, entre mocos y estornudos, y propagando los virus entre mis apreciados compañeros de laboratorio. Estoy deseando llegar a casa, tirarme en el sofá y dormir hasta que se acabe el mes, como mínimo. Igual cuando despierte me encuentro con que todo está resuelto, que me han escrito la tesina mientras dormía, que mi amiga no se marcha, que la visa me ha regalado las compras y que el banco me ha dado un ipod nuevo. Incluso puede que al despertar me encuentre a George Clooney durmiendo en el otro lado de la cama...No hay nada como soñar para curar los males. Pero parafraseando a otro de mis "ídolos", Terminator: "Volveré", y con más energía y de mejor humor. O eso espero...

jueves, 7 de febrero de 2008

Malos humos



Toda adicción es mala. Sí, eso se sabe aquí y en Roma, sin excepción. No hay nada, por bueno que sea, que en grandes cantidades no sea malo. En mi caso, la adicción es al tabaco. Lo confieso, soy una de esas apestadas a las que miran mal si en un bar enciendes un pitillo, o que despierta la compasión de los no fumadores cuando, haciendo un esfuerzo sumo, sales a la intemperie a darle unas caladas a uno de esos palitos del cáncer, sólo por no molestar a los sanísimos compadres que comparten contigo el espacio sin humo. A veces, más que una adicción, es un movimiento compulsivo. Cuando un sábado por la noche no sabes qué hacer con la mano libre que te queda después de agarrar el cubata con la otra, entonces te das cuenta de que quizás tengas un problema. Si eres incapaz de tomarte un café después de comer sin que las ganas de nicotina te asalten, si cada vez que estás 24 horas sin fumar, el humo del cigarrillo del de al lado te huele mejor que un guiso de domingo de tu madre, si una de tus mejores tácticas para ligar es pedir el mechero al guapo de turno.....sí, creo que ha llegado la hora de plantarse.


Y lo bonito que es dejar de fumar. La gente te anima (unos más que otros), y te dicen que seas fuerte, que puedes hacerlo, que es fácil vivir sin tabaco, que si has conseguido fumar sólo 5 al día (de 10 a 5 en una semana, supera eso Ferrari!) lo mejor es que empieces a no fumar ninguno. Hasta los anuncios de la tele te lo pintan de color de rosa: el Help "por una vida sin tabaco" nos enseña lo denigrante que es nuestra actitud, que hasta somos capaces de ir a buscar el tabaco a la papelera, después de arrojarlo decididos a dejarlo de una vez por todas. Luego está el "reduce hasta dejarlo", con ese pobre hombre jugándose la vida en medio de un temporal sólo por unas caladitas. Aunque mi preferido siempre fué ese de no sé que chicles en que un brazo musculoso le echaba un pulso a una mano de humo, y ¡coño!, le ganaba. Así de fácil!


Ahora, lo que nadie te cuenta es que la tos persistente va asociada al proceso, que una vez que empiezas a dejarlo y las mucosas de tu garganta recuperan humedad, te pasas el día tosiendo cual abuelo en busca del inistón. Tampoco te avisan de los efectos de la bajada de nicotina en el organismo, que por mucho que yo intente sustituirla por cafeína, no, no es lo mismo. Mi nivel de tolerancia ante determinados seres humanos en esta última semana ha bajado tanto, que hasta yo misma me asusto. Estoy irritable, tosiendo sin parar, y tomando café cada dos horas. Y cada vez que huelo humo....mmmmmmm...joder, mi cerebro se pone en off y lo único en lo que piensa es en sacar el mechero y prender un maldito cigarrillo, tragar humo y disfrutar del momento.


La vida es muy corta, y no deberíamos privarnos de hacer aquello que nos gusta, pero cuando aquello que te gusta sabes que te va a acortar la vida.....maldito dilema. Hay gente que quiere dejarlo y no puede. Mi problema es que puedo dejarlo, y sin embargo, no quiero.