El viernes he dado el pistoletazo de salida: me he lanzado como una loca a las calles de la ciudad buscando un piso decente en el que poder vivir durante el próximo año. Y no es fácil, lo aseguro, porque de 6 pisos que he visto, sólo en 3 me veía capaz de entrar. Los otros 3....ejem, mejor ni hablar. Porque si entramos a criticar la cantidad de gente con más cara que espalda que intenta alquilarte antros por 400 euros, haciéndolos pasar por palacetes..y es que aún encima parece que te están haciendo un favor, alquilándote un primero con vistas al tráfico y oídos al ruído, o dándote una habitación con papel pintado carcomido por la humedad con la promesa de que, si quieres, te lo pintan. Claro, como la humedad se corta y no vuelve a aparecer una vez le pasas una brocha de la pintura más barata que encuentres en el bricoking...Eso cuando no te encuentras al típico/a propietario/a que te cuenta su vida y milagros, y que te quiere rebajar el alquiler 10 euros, diciéndote que aún encima pierden dinero sólo porque les has caído bien.
En fin, el caso es que de los 3 pisos/apartamentos habitables que he visto hasta lo de ahora, me estoy debatiendo entre dos. Porque lo que son ganas de ver más..no es que tenga muchas. Aunque nunca se sabe, quizás entre toda la mierda surja una joya escondida y barata, pero más vale piso en mano que sueño volando. Tal vez vea dos o tres más, no lo sé. Lo consultaré con la almohada.
El caso es que, al dar este paso, me he dado cuenta de que he crecido. Ahora estoy sóla, buscando piso para mi, intentando vivir mi vida lejos de las ataduras familiares, y la sensación me gusta, pero al mismo tiempo, algo de miedo también da. Porque no es lo mismo marcharse al extranjero a estudiar, sabiendo que pase lo que pasa, papá y mamá están ahí detrás, dándote dinero para que no tengas que pasarte la última semana del mes sin comer, que marcharte con la idea de no volver a casa. Porque esa es mi intención, marcharme ahora y buscarme la vida. Tengo trabajo asegurado durante un año, que ya es bastante dados los tiempos que corren, pero cuando se acabe el chollo, no quiero volver con el rabo entre las piernas. He decido dar alas a mis sueños de libertad e independencia, con todas las consecuencias que conlleve. En pocas palabras, dar el salto, por fin, pero esta vez sin red. Deseadme suerte.
3 comentarios:
Uh, ke problema! Pero tus sintomas suenan a independencia, a libertad; con todo y lo que ello acarrea, bueno y malo, pero al final libertad. A veces se antoja andar asi.
Un placer conocer tu blog.
Te leo pronto.
SALUDOS!!
Di que sí, que empezar da un poco de miedo y al mismo tiempo es lo más emocionante, pero lo peor es dar el primer paso de salir de casa. Una vez que te acostumbres a TU casa, con TUS cosas y TU manera de vivir, ya no vuelves a vivir con tus padres, así tengas que fregar escaleras para pagar el alquiler...
Cuando compartía piso tuve que ver también unos cuantos antros que nos querían alquilar por un precio astronómico. Pero acabas encontrando algo antes o después; tendrás que patearte Coruña de arriba abajo, pero ya verás cómo acabas encontrando un piso estupendo.
Pues... ¿suerte? No. Mejor enhorabuena, dar ese paso es muy importante y es un gran acto de valentía. Yo estoy medio independizado debido a los estudios, pero sigo con esa dependencia económica. Espero que te lo pases muy bien en este nuevo tramo, y espero con ansiedad esas aventuras en tu nuevo hogar.
1 saludo y un beso
Publicar un comentario