lunes, 7 de enero de 2008

Metiéndome en lios


Soy una chica tranquila a la que no le gusta complicarse la vida, pero de la noche a la mañana, me la he complicado, y mucho. No debí besarle, aunque en el momento me lo pidiera el cuerpo desesperadamente. Pude haberme marchado, simplemente, con dos besos en las mejillas, y dejar las cosas como estaban. Pero no lo hice: siguiendo el impulso del momento, puse mis labios en los suyos, cerré los ojos y por un instante, dejé de pensar. Y me marché. Un beso me pareció más que suficiente, corto pero mucho más dulce de lo que me esperaba. No podía quedarme...no quería meter aún más la pata. He movido ficha, y ahora sólo quiero esperar. Pero él no salió detrás de mi. No me pidió que me quedara, aunque tal vez no me hubiera quedado, ni siquiera pidiéndomelo. Me gustan las cosas sencillas, y él no lo es....¿Será que me ha llegado la hora de complicarme?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Iba a decir, como Mar, que te lanzaras, pero ya veo...

Y no te has complicado, si acaso él, por no seguir tus pasos. ;)

Has hecho bien, pero que muy bien. Esta vida dura menos que esas dos fracciones de segundo que comentabas en el post anterior.

Ed dijo...

Admiro tu valentía. Cuantas veces he deseado hacer algo parecido, y he digerido las ganas en casita...

Mientras queden actos románticos puramente impulsivos, quedará emoción en esta vida.

Te deseo toda la suerte del mundo. Sigue luchando !!!

1 abrazo

Anónimo dijo...

Espero que tengas suerte.

Yo la verdad ojalá tuviera ese tesón que tuviste para besar, porque yo para besar a una princesa, aún me cuesta ya que no soy lanzado, a pesar que los labios de una princesa, sean una de las cosas más geniales que existan...

Pena de timidez.


En cuanto a tu comentario, te doy la razón al 100%. Los caballeros andantes menosprecian a las princesas, quedándose con su reino, pero he decir que muchas princesas les siguen haciendo caso a los que se siguen quedando con su reino...

Mar dijo...

Ay qué nervios, qué intrigaaaaa... Lo dicho: tú nunca te arrepientas de lo que hayas hecho, sino de lo que no te hayas atrevido a hacer. El "no" ya lo tienes, ¿qué puedes perder por lanzarte? ¡¡Que la vida son dos días y uno de ellos ya nos lo pasamos currando!! ¡Dálle alegría ó corpo, muller!

Mar dijo...

Que estoy segura de que la historia todavía no ha terminado, que si no, no te decía lo que te he dicho. Yo me lancé a por uno porque no lo veía por la labor, y no supe de él en una semana... pero después me llamó y ahora vivimos felices e hipotecados... Nunca se sabe. Y si el tío no sabe apreciar tu esfuerzo, es porque no te merece.