
Como soy feliz con las pequeñas cosas, no hay nada mejor que pasar un sábado o domingo de verano en este pequeño rinconcito de Galicia, vagueando y disfrutando de la vida. Por poner algunos ejemplos:
Salir a tomar vinos y tapas a las 12 del mediodía
Comer al aire libre y pasar la tarde charlando
Ir a la compra, parando en cada esquina a saludar a un vecino/a
Ir a acariciar al perro de mi vecina (que me aprecia más que el de mis padres)
Dar la tabarra a mi hermana y mi cuñado
Quedar por la noche con mis amigos en las callejas de Betanzos
Levantarse tarde
Comprar el periódico del domingo y leerlo tomando una caña en una terraza
Ir a la playa a las 7 de la tarde, cuando ya "casi" no queda gente
Arreglar el mundo en un coloquio de taberna
Tirarse en el sofa a ver pelis malas o lacrimógenas
Ver a mi gato Malandro, cada día más delgado (¿qué le harán esas gatas...?)
Acostarse tarde
Leer un buen libro a la sombra de la parra
En definitiva, aprovechar el momento. La vida es corta y la felicidad todavía más, así que aprovechémosla cuando aparece.
2 comentarios:
da gusto disfrutar del verano así, yo estoy haciendo lo mismo!
Veo que nuestras vacaciones son muuuy parecidas!
Que las sigas disfrutando.
Un saludo.
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